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martes, 25 de octubre de 2016

CUENTO SOBRE EL BUEN USO DE LAS TIC Y NORMAS BÁSICAS DE PROTECCIÓN

Hola a tod@s.

De momento, la entrada de hoy es sobre el buen uso de las TIC y normas básicas de protección. Y para empezar de forma original voy a compartir con vosotr@s un cuento moderno.

Y es que en clase se nos ha encargado la tarea de crear un cuento para concienciar del buen uso de las TIC. Mi compañera Ana Belén (que ya conocéis de la entrada de la infografía) y yo, hemos creado este cuento, espero que os guste.







LOS SIETE CABRITILLOS DEL SIGLO XXI

Objetivo: Concienciar sobre el buen uso de las redes sociales y educar a los menores en las normas básicas de protección.

Narración: Había una vez una familia de cabritillos. Los cabritillos eran muy inteligentes y siempre querían estar a la última en las nuevas tecnologías y lo que más les gustaba por encima de todo era jugar a la consola.
La mamá de los cabritillos, consciente de los peligros que hay en la red, siempre les estaba diciendo a sus hijos que tuviesen mucho cuidado, que ahí también tenían que tomar precauciones para estar a salvo como en la calle, pues igualmente podría venir el lobo y comérselos.
Y todos los días, antes de irse de casa, la mamá cabra les decía a sus hijos cómo estar a salvo en Internet, pues sabía que en cuanto ella saliera por la puerta se conectarían a la consola para jugar a Clash Royale o a Minecraft.

                                                   

Y les decía: 

- No chateéis con desconocidos ni quedéis con ellos.
- No le deis vuestro teléfono o contraseña a nadie.
- No le mandéis fotos vuestras a nadie.
- No le digáis donde vivís ni por donde soléis estar o jugar a nadie.
- Recordad que nada es gratis.
- Hablar mucho con una persona en Internet no lo convierte en tu amigo, es una persona desconocida en la vida real.

Los cabritillos cansados de que su madre siempre les dijera lo mismo le decían al unísono sin apenas haberla escuchado: - ¡Sííííí, mamá!
Pero, a la hora de la verdad no le hicieron caso y sí que dieron información personal a un amigo que jugaba con ellos todos los días a Clash Royale, de hecho, era el líder del clan, ¡cómo no fiarse de él!; tan sólo era otro cabritillo de su misma edad, iba a un colegio muy cercano al suyo e, incluso, iba a jugar al mismo bosque al que iban ellos con su madre.

- Lider Clash Royale: - "¡Hola de nuevo!, se me ha ocurrido que algún día de esta semana, cuando no esté vuestra madre en casa para que no nos regañe, podría ir a vuestra casa y jugamos todos juntos allí y así os enseño todos los trucos para conseguir más trofeos y cofres y también para llegar al nivel de Arena Legendaria".
- "Mamá no nos deja darle nuestros datos personales a nadie", le dijo el más pequeño de los cabritillos a su hermano mayor.
- "¡Calla ya!, que no es un desconocido. Lo conocemos desde hace un montón de meses y es como nosotros; aquí no hay peligro", le contestaron los otros hermanos.

Y así fue cómo le dijeron a su amigo donde vivían para que fuera algún día a jugar con ellos y otros muchos detalles personales sin darse cuenta. Al cabo de un rato, llamaron a la puerta y todos se sobresaltaron, pues su madre les tenía prohibido abrir la puerta cuando ella no estaba en casa.
El mayor de los hermanos preguntó: -¿Quién es?
- "Soy yo, vuestro amigo. He venido a jugar con vosotros".
- "No abras la puerta", "No tiene voz de cabritillo, parece de adulto. ¿Cómo sabemos que es él?"- les dijo el cabritillo pequeño a sus hermanos.

El amigo tomó clara de huevo para aclararse la voz y así consiguió engañar a los cabritillos. El hermano mayor le abrió la puerta enseguida, pues todos estaban impacientes por conocer los trucos que les llevarían al máximo nivel del juego. Y cuál fue su sorpresa al encontrarse al lobo feroz y no a un cabritillo como ellos creían.
Los cabritillos, temerosos, corrieron a esconderse, pero ya era demasiado tarde, el lobo se los comió uno a uno excepto al más pequeño, que le había hecho caso a su madre y no se había fiado del "supuesto amigo". Se había escondido en la caja del reloj antes de que sus hermanos abriesen la puerta y había llamado a su madre al móvil. Su madre llegó enseguida a socorrerlos y, muy asustada al ver que se habían llevado a sus hijos, utilizó, en esta ocasión, la tecnología a su favor y, afortunadamente, junto con la ayuda de la policía, pudieron rastrear el GPS del móvil que llevaba uno de sus hijos.
Encontraron al lobo dormido en el parking de un centro comercial cercano, le abrieron la barriga y sacaron a todos los cabritillos sanos y salvos. Después de coserle la barriga, la policía le leyó todos sus derechos y lo llevaron preso a la cárcel para siempre por ser tan malo y perverso.

Los cabritillos, por su parte, habían aprendido la lección y prometieron utilizar las nuevas tecnologías con precaución y sabiendo que el conocimiento es la mejor defensa en Internet.
Y colorín colorado, este cibercuento se ha acabado.

Moraleja: las malas personas se aprovechan de la inocencia y la ingenuidad de los niños y niñas para engañarlos e Internet es un medio muy fácil para captarlos, manipularlos y así poder acosarlos, amenazarlos, secuestrarlos, etc. entre otros muchos peligros. Una buena educación es la mejor defensa y la base de un Internet futuro más seguro.
Además, es muy importante valorar la comunicación física por encima de la cibernética.
            




          

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